Este viaje lo hice con mi pareja que vino a visitarme en Semana Santa. Tras elegir sitios y no poder ir decidimos finalmente ir a Firenze y Pisa.
Para llegar a los destinos, tuvimos que sufrir un poco con los transportes. Tuvimos que levantarnos muy temprano, esperar horas muertas.. Una odisea en definitiva.
Firenze
Cuando llegamos a Firenze, llegamos a la estación de Campo di Marte. Se encontraba a 15 minutos del apartamento que habíamos alquilado.
Cuando llegamos, estaba enfrente de la Basilica di Santa Croce.
El apartamento, posteriormente nos dimos cuenta que estaba casi en todo el centro turístico ya que se podía llegar en pocos minutos andando al resto de monumentos.
Este primer día, desafortunadamente solo pudimos ver la Basílica que estaba a pocos pasos de nuestro apartamento, ya que los inquilinos anteriores se retrasaron en hacer su check out, por lo que tuvimos que esperar a que se marcharan para poder acomodarnos. Para colmo, a la tarde empezó a diluviar. Se hacía imposible poder ver los monumentos a gusto, teníamos que estar corriendo de un lado para otro.
Al día siguiente hizo buen tiempo, mucho frío, pero no llovió.
Aprovechamos y vimos todos los demás monumentos y puntos de interés. Primero nos dirigimos a la Cattedrale di Santa Maria del Fiore. No pudimos disfrutar de ella todo lo que quisimos porque se estaba celebrando la apertura de la Pasqua. Había fuegos artificiales y estaban celebrando una misa. Decidimos seguir con el recorrido y volver más tarde cuando estuviese todo más calmado.
Nos escabullimos entre la gente y nos dirigimos hacia la Piazza della Repubblica. Descansamos y fuimos a ver al Porcellino, para acariciarle el morro y volver de nuevo.
Tras conocer una parte de nuestro futuro, proseguimos hacia la Piazza di San Lorenzo, dónde está su Basílica también. No pudimos entrar.
Preguntamos y nos dijeron que podíamos visitar únicamente la Capelle Medicee.
Nos desviamos de la indicación porque vimos un rastrillo y pensamos que era el mercado tradicional. Cuando te introducías en sus callejuelas solo podías ver souvenirs de Firenze y.. de Roma, Napoli, Pisa. Italia entera. Deducimos que no era este.
Salimos y entramos en un mercado gastronómico. Muy buena pinta. Lo recomiendo. Pero, nosotros íbamos a bocatas, que remedio..
Tras recobrar energía, nos pusimos en marcha para ver al autentico David de Miguel Angel, que se encuentra en la Galleria dell’ Academia. Que ilusos..
Había una cola enorme, que rodeaba toda la manzana. Era el primer Domingo del mes, por lo que los museos en Firenze son gratis. Si esperabamos, perdíamos el día.
Decidimos seguir viendo cosas y nos dirigimos a la Cappele Medicee. Al ser museo, era gratis.
Tras verla, nuestro próximo destino era la Piazza della Signoria dónde nos encontraríamos
con el David y la Fontana del Nettuno. En esa misma plaza estaba el Palazzo Vecchio, así que seguimos la ruta entrando en él. Al ser el primer Domingo del mes como ya he comentado, nos quedamos sin ver la torre, ya que estaban todos los tickets “vendidos”.
Pero para llegar hasta ahí teníamos que pasar de nuevo por la Piazza del Duomo. Aprovechamos y vimos más detalladamente la Cattedrale, el Campanille (no pudimos entrar) y “el Battisterio”. (Lo pongo entre comillas porque estaba en restauración y solo podías ver la lona que con su dibujo te facilitaba imaginarte como era).
Tras finalizar la visita nos dirigimos a la Galleria degli Ufizzi, que no vimos su interior por haber ocurrido lo mismo que en la Galleria dell’ Academia. Seguimos nuestro trayecto y llegamos al Ponte Vecchio. Nos tomamos nuestro tiempo en pasarlo.
Al hacerlo, llegamos al Palazzo Pitti, que solo pudimos verlo desde el exterior.
Caía la tarde, y decidimos ir a la Piazza Michelangello para tener una vista de Firenze mientras atardecía. Fuimos a pie. No fue tanto suplicio como decía una página en internet, que decía que había que estar en excelente forma física. Sinceramente, se me vinieron a la cabeza deportistas profesionales. Pero bueno, siguiendo con el ascenso a la Piazza Michelangello, llegamos y nos sentamos en los escalones.
Disfrutamos de la vista mientras que una mujer cantaba canciones para ganarse la vida (lo hacía muy bien por cierto).
Entre la vista, las canciones de fondo, el atardecer y la compañía, fue un momento irrepetible.
Aquí se acabó Firenze para nosotros durante este viaje, ya que gracias al morro del Porcellino volveremos. Y ya que volvemos, pues veremos lo que no pudimos ver (Jardines Boboli, Palazzo Pitti, ambas Gallerias..)
Así que, ¡Gracias Porcellino!
Por cierto, durante el viaje a Firenze me he percatado que muchas señales de trafico de la ciudad, no sé si todas, están “modificadas”, cosa que a mi me pareció interesante y me gustó.
Pisa
Cuando llegamos a Pisa, era la Pasqueta, por lo que al llegar a nuestro BeB(Bed e Breakfast), tuvimos que esperar al dueño que estaba reunido con su familia. No le dimos importancia y fuimos a la Piazza Re Vittorio Emanuele II a planificar lo que íbamos a ver de Pisa. Sí, aparte de la Torre torta, también se pueden ver cosas.
Llegó la hora y la habitación nos la tuvo que preparar el mismo dueño porque al ser fiesta la mujer de la limpieza no podía venir. Hicimos de comer y nos dispusimos a ver Pisa el tiempo que nos quedaba.
Fuimos a ver la Torre Pendente di Pisa, la Piazza del Duomo, la Cattedrale y el Battisterio.
Nos hicimos alguna que otra foto típica con la torre y nos marchamos. Andamos por los alrededores para ver que podíamos ver, y llegamos a la Piazza della Libertà, que sinceramente no me gustó nada.
Para ir al piso, pasamos por la Piazza dei Cavalieri y luego fuimos por el Borgo Stretto, que es la calle principal dónde se encuentran las tiendas.
Al día siguiente, fuimos de nuevo a la Torre Pendente y ya si vimos la Cattedrale por el interior, al igual que el Battisterio y el Campo Santo. Posteriormente subimos a la Torre. No vale, los 18€ que piden pero..
Después de hacernos las últimas fotos con la torre, alquilamos una bicicleta para ver Pisa en ella. Hicimos un trayecto de 40 minutos, en los que quitando los momentos que estábamos perdidos, fue muy divertido.
Después del trayecto llegamos al Ponte Solferino y al Ponte di Mezzo. Me gustó más este último que el del Solferino. Cruzamoa el río Arno por el Ponte di Mezzo y nos dirigíamos a ver la Chiesa della Spina, pero por desgracia estaba completamente rodeada de andamios debido a su restauración. Un fiasco total.
Antes de llegar al piso, pasamos por el mural de Tuttomondo, que está justo al lado de la Piazza Re Vittorio Emanuel II.
Y aquí nuestra visita a Pisa.
Espero que mi visita a Firenze y Pisa os sirvan de ayuda!
Antes de dejaros, quisiera hacer una pequeña pregunta retorica, que seguro que en vuestros viajes también os la hacéis. Y si no es así, pues me alegro la verdad! Que suerte!
¿Alguna vez visitaré alguna ciudad en la que no haya ningún monumento o sitio de interés en restauración?