Buenas a todos,
Hace 6 días que llegué a Campobasso tras un mini viaje por Europa con mis compañeros Erasmus. Concretamente a Bruselas, Brujas y Amsterdam. Estas ciudades ya las conocía de viajes anteriores pero no ha venido mal refrescar la memoria.
El viaje lo repartimos en dos días en Bruselas, uno en Brujas y otros dos en Amsterdam.
Como siempre, el vuelo a 20€ de Ryanair sale a una hora muy prudente, a las 6 am, por lo que desde Campobasso tuvimos que hacer noche en Roma. Aquí tengo que detallar que algunos alquilaron habitación mientras que otros ahorraban dinero y salían en el Yellow.
Llegamos a Bruselas al aeropuerto de Charleroi, el que está por cierto muy lejos de la capital, así que tuvimos que pactar un precio en taxi para llegar al hostel. Este trayecto se hizo más del tiempo esperado ya que el taxista se perdió un buen rato.
Ya en el hostel nos dieron las llaves y un mapa, turístico pensaréis, sí turístico, pero con el camino desde la recepción a dónde estaba nuestra habitación. Nos dispusimos a empezar la caminata y estuvimos dando vueltas durante un rato hasta que encontramos la habitación, que bueno, dentro de lo que cabe, estaba muy bien y al lado de la plaza del ayuntamiento, a 1 minuto escaso andando. Podría decirse que si saltabas por la ventana caías de lleno en la plaza.
Ya instalados, es decir, elegir camas y soltar las maletas nos dispusimos a visitar Bruselas. Esa tarde no teníamos rumbo fijo así que empezamos a callejear por el centro. Vimos el centro, vimos el Mannenken Pis, el Ayuntamiento y su plaza e infinidad de cervezas belgas y chocolates belgas. Esta tarde al callejear fuimos descubriendo graffitis de los muchos que hay por toda la ciudad.
Ya a la noche, tras cenar y ducharnos salimos por el centro. En este caso fuimos al Delirium. Un buen bar, con buen ambiente y en la planta de abajo con conciertos en vivo. Muy guay, pero ocurrió que la pinta estaba demasiado aguada por lo que perdió puntos para todos.
Al día siguiente cargamos pilas, nos despertamos temprano para aprovechar el día y nos pusimos en camino. En este día visitamos la catedral, el Atomium, el parlamento europeo y el arco y el jardín del cincuentenario.
Tras pasar todo el día viendo cosas por la ciudad, llegamos al hostel, preparamos la cena y nos dispusimos a salir de nuevo. Esta vez fuimos al Celtica, un pub muy recomendable para ir.
Al día siguiente nos dirigimos a Brujas, por lo que nos dirigimos a Gare du midi para coger el tren. El tren estaba a rebosar con lo que nos tuvimos que sentar en la separación entre dos vagones. Los 8 en ese momento eramos un estorbo hasta para nosotros mismos.
Tras el trayecto de una hora más o menos llegamos a Brujas pasado el mediodía. Para encontrar el hostel nos llevamos dando un par de vueltas hasta que al fin lo encontramos. Un hostel con un rollo que me gustó mucho. Cuando nos dieron nuestra habitación comenzamos la visita de la ciudad. Estuvimos recorriendo la ciudad, el centro histórico dónde vimos sus canales, sus edificios y llegamos al fin a la Grote Markt, dónde vimos el Ayuntamiento y el campanario. Posteriormente seguimos recorriendo la ciudad y vimos tanto la Catedral de Brujas como la Iglesia de Nuestra Señora.
Tras pasar todo el día visitando la ciudad y sufriendo algún que otro infortunio, nos dirigimos al hostel dónde nos relajamos en la hora feliz con unas cuantas cervezas y unas cartas de por medio.
Esa misma noche decidimos cómo ir a Amsterdam, ya que las alternativas que teníamos pensadas se pasaban en tiempo y presupuesto. Al final optamos por una opción que como saliese, seríamos unos cracks.
A la mañana siguiente salimos disparados a coger el tren que nos llevaría a Bruselas. Tuvimos que correr por la estación ya que faltaba un minuto para que saliese y se nos estropeara todo nuestro plan. Pudimos montarnos en el tren, así que ya en Bruselas seguiríamos con nuestro plan. Cuando llegamos, nos montamos en el metro, y después de hacer un trasbordo, llegamos a la zona dónde estaba el bus que nos llevaría a Amsterdam. Estuvimos buscándolo durante un buen rato y tras preguntar y pegarnos unas cuantas de carreras llegamos al lugar y el momento exacto.
Por un momento vimos nuestro plan fracasar estrepitosamente casi en la línea de meta, ya que el encargado de los billetes al que le preguntamos nos dijo que no se podía comprar el billete y que esperásemos al siguiente. Tras pedirle que nos hiciese el favor, aceptó y que en Amsterdam hablaríamos. Por ahora todo redondo.
Ya en Amsterdam, bajamos del bus, cogemos nuestras maletas y nos disponemos a marchar al centro. En esto que de repente nos encontramos con el encargado de los tickets y nos pregunta mirándonos por encima de las gafas de sol:
¿Todo Ok?
Y nosotros.. Y tanto, todo OK y nos fuimos hacia delante sin mirar atrás, nos había salido más que redondo, o eso creíamos, hasta que de repente se escucha un murmullo de otros españoles que también se habían montado en el bus y era el encargado que venía corriendo hacia nosotros. Sí, se pegó la carrera de su vida para pedirnos el dinero e increparnos si queríamos irnos de gratis. Y la verdad es que ese OK sonó a favorazo y no teníamos que pagar nada, pero luego la verdad aunque nos pidiese el dinero la cosa salió redonda porque nos costó muchísimo menos de lo que íbamos a pagar.
Tras esta anécdota nos dirigimos a la estación central de Amsterdam. Allí, tuvimos que montarnos en un tranvía que nos llevara al centro de la ciudad, ya que ahí estaba el hostel.
Dejamos nuestras pertenencias en el hostel y comimos en la misma calle del hostel en un bar. Luego teníamos la tarde para perdernos por las calles de Amsterdam. Estuvimos callejeando por el centro y el barrio rojo. Luego iríamos de nuevo al hostel para prepararnos para el día siguiente.
Llegó la hora de levantarse. Tras el “desayuno”, fuimos a una tienda de rent a bike (Mike’s Bike). Nos dispusimos a disfrutar de este día como un ciudadano de Amsterdam más. Cogimos las bicis y empezamos a visitar el centro y lugares emblemáticos. Os hablo del mercado de las flores, el barrio rojo de nuevo, la casa de Ana Frank (se quedó en intento porque había que esperar una cola de mínimo 2h),Westerkerk y la Plaza Dam con su obelisco
El día pasó volando con las bicis, ya que llegó el momento de dejarlas de vuelta en la tienda en un abrir y cerrar de ojos. De mi vuelta a Amsterdam, me quedo con el día en bici, ya que en su día cuando estuve, no lo hice.
Por la noche nos despedimos de Amsterdam, pero temprano al hostel que nos esperaba un viaje hasta Campobasso de 12h.
Tras 12h llegamos al fin a Campobasso, y así terminó nuestro mini viaje por Europa.
Hasta la próxima!!